El internado de Placetas busca ofrecer a los adolescentes cubanos un marco educativo sólido, tanto humano, intelectual como espiritual. Su objetivo es claro: permitir que los jóvenes se conviertan en hombres libres y responsables, capaces de construir su vida delante de Dios y al servicio de la sociedad. La vida en comunidad está en el corazón del proyecto: cada adolescente aprende a convivir con otros, a servir, a participar en las tareas diarias, a asumir responsabilidades y a crecer en confianza. Tres pilares estructuran este camino: La fraternidad, que convierte el internado en una verdadera familia; El estudio, apoyado por un seguimiento académico cercano y sesiones de cultura general para compensar las carencias del sistema educativo; La vida espiritual, base del proyecto, con oración diaria, participación en la liturgia y acompañamiento en el discernimiento vocacional.