A través de sus tres guarderías — Pastorcillos de Fátima en Placetas, Ángel de la Guarda en Báez y Divino Niño Jesús en Falcón — la Misión de Placetas quiere ofrecer a los más pequeños mucho más que un simple lugar donde los cuiden: un ambiente educativo completo, seguro y lleno de cariño. Inspirada en las palabras de San Juan Bosco: «Educar es una obra de amor. Solo quien ama, educa», la parroquia se compromete a acompañar a los niños en todas las dimensiones de su crecimiento: física, intelectual, social y espiritual. Cada guardería atiende a unos veinte niños, con la ayuda de educadores y voluntarios. Las familias también forman parte de este proyecto: aportan una pequeña contribución económica, participan en encuentros regulares con el equipo educativo y colaboran con materiales sencillos (jabón, papel, productos de limpieza). Es una verdadera alianza educativa entre la Iglesia y los padres, en un contexto nacional donde el sistema escolar, antes orgullo del país, atraviesa hoy una crisis profunda. La apertura de la guardería de Falcón, en un pueblo donde muchos padres tienen que salir a trabajar fuera, muestra la urgencia y el fruto de este proyecto. Gracias a estas tres casitas, los niños encuentran disciplina, alegría y amistad, y van descubriendo poco a poco la fe cristiana. Estas guarderías son verdaderos “semilleros de esperanza”, donde se cultiva a cada niño con ternura y firmeza.