En unión de oración por las víctimas de la tormenta Melissa
Aparecida el 13 de octubre frente a las costas de Cabo Verde, la tormenta tropical Melissa cruzó el Atlántico, recorriendo más de 7 000 kilómetros antes de llegar al Caribe.
El 28 de octubre, golpeó duramente a Jamaica, con vientos que alcanzaron los 280 km/h y ráfagas de hasta 345 km/h, una intensidad nunca antes registrada en la isla. Al día siguiente, Cuba fue afectada a su vez: ráfagas de más de 240 km/h azotaron el país, dejando tras de sí familias en duelo, viviendas destruidas y un paisaje profundamente marcado por la fuerza del huracán.
En nuestras misiones de Placetas y Cienfuegos, apenas sentimos el paso de Melissa: no hubo vientos fuertes ni lluvias intensas. Solo la calma inusual de los días suspendidos nos recordaba la gravedad de la situación en otras regiones. Las actividades se detuvieron, las escuelas permanecieron cerradas toda la semana y algunos cortes de electricidad acompañaron nuestras noches. En este ambiente de espera y recogimiento, nos reunimos para orar.
Ante esta prueba, nuestra comunidad se unió en la fe, rezando juntos el rosario a la Virgen de la Caridad del Cobre, santa patrona de Cuba. Con confianza y esperanza, encomendamos a su intercesión a las víctimas, a las familias afectadas y a todos los que trabajan en la reconstrucción.
« Señor, en la tormenta, sé nuestro refugio; en el dolor, sé nuestra esperanza. »