Un diácono « hecho en Cuba »

Un diacre « made in Cuba »

Quelle joie pour notre communauté !

Après trois années passées auprès de la Communauté Saint-Martin à Placetas, puis la fin de son séminaire à Évron, Delvis Heguy, enfant de Placetas et ancien élève de notre internat, est devenu le premier Cubain ordonné diacre dans la Communauté Saint-Martin.

Le 20 juin dernier, la célébration avait lieu à 10 h en France… mais à 4 h du matin à Placetas ! Plusieurs paroissiens s’étaient levés avant l’aube pour suivre l’ordination en direct. Quelques heures plus tard, une messe locale a rassemblé toute la paroisse pour partager cette immense joie.

Durant l’été, nous avons eu la grâce d’accueillir notre nouveau diacre Delvis lors de son passage à Cuba. Les jeunes, surtout, étaient heureux et fiers de célébrer avec lui cette étape si importante avant son départ vers sa nouvelle mission au sanctuaire de Lourdes.

Pour accompagner Delvis dans ce grand moment, deux de ses amis cubains, José Carlos et Ernesto, ont eu la chance de vivre son ordination sur place, en France.

Ce mois de voyage fut riche en découvertes : le Mont-Saint-Michel, les Alpes, Rome, et même la Route Saint Martin Junior avec d’autres jeunes de la Communauté Saint-Martin.

Ils sont revenus remplis de joie et d’inspiration, porteurs d’idées nouvelles pour faire grandir nos groupes de jeunes et la vie paroissiale.

Une véritable bouffée d’air et d’espérance pour toute notre communauté ! 

Convivencia de jóvenes: una convivencia de verano llena de esperanza

Convivencia de jóvenes: Un verano lleno de esperanza

Este verano, 120 jóvenes de las parroquias de Placetas, Falcón, Fomento, Báez, Cabaiguán, Guayos y Cienfuegos se reunieron durante una semana en Camagüey, en la casa diocesana, para vivir un campamento parroquial.
Después de Matanzas el año pasado, esta nueva edición de la Convivencia volvió a reunir a una juventud llena de entusiasmo y de fe.

Una experiencia vivida a plenitud

A pesar de las condiciones difíciles —sobre todo los apagones eléctricos limitados a cuatro horas diarias—, los jóvenes fueron verdaderos protagonistas de su campamento.
Divididos en equipos que mezclaban estudiantes de secundaria y de preuniversitario, aprendieron la cohesión, la ayuda mutua y la responsabilidad, en un espíritu inspirado en el escultismo.

Tres pilares marcaron la semana:

  • La oración: misa diaria, confesiones, momentos de oración y alabanza.

  • El juego: espacios de creatividad, aventura, deporte y descubrimiento de los talentos de cada uno.

  • La fraternidad: comidas compartidas, servicios comunes y vida en comunidad con sencillez.

Un modelo de santidad para iluminar el camino

Durante toda la convivencia, los jóvenes estuvieron acompañados por la figura del Beato Padre José Olallo, hermano hospitalario de San Juan de Dios.
A través de su ejemplo, descubrieron que se puede amar y servir incluso en la pobreza, y que para la juventud cubana es posible vivir la santidad cada día, con caridad y fidelidad.

Alejandro, de 23 años, estudiante de medicina, comparte su testimonio:

“Esta convivencia es uno de los momentos más importantes del año. Es una alegría inmensa transmitir esperanza y amor, y olvidar por unos días las dificultades que vivimos.”

Gracias por su apoyo

Nada de esto habría sido posible sin la generosidad de quienes nos apoyan.
Sus donaciones permitieron hospedar y alimentar a todos estos jóvenes, financiar las actividades y proveer el material necesario para la liturgia, los juegos y la vida comunitaria durante estos seis días de convivencia.

Ustedes no financian solo un campamento: están invirtiendo en la juventud cubana, en su formación humana y espiritual, y en una generación llamada a llevar la fe y la caridad a todo nuestro país.

¡Gracias de todo corazón!